Recorrido se inicia a 35 kilómetros de Lima en un valle abrigador a sólo cuarenta minutos de Lima
A sólo cuarenta minutos de Lima se abre un interesante circuito turístico para este fin de semana largo. Este paseo empieza con una vistosa caminata hacia uno de los verdes bosques de las Lomas de Lúcumo, luego se puede almorzar en alguno de los numerosos y buenos restaurantes ubicados en el valle y por último visitar al siempre misterioso Santuario Arqueológico de Pachacámac.
Respirar aire puro, observar la verde campiña que se abre en este soleado lugar no es complicado. El visitante llega hasta el pintoresco poblado de Quebrada Verde a orillas del río Lurín, en movilidad propia o en vehículo de servicio público.
Las fachadas de las viviendas del poblado de tres mil habitantes, han sido pintadas con alegorías ecoturísticas y en uno de los inmuebles ubicados en la puerta de ingreso a las lomas, se ha instalado el centro de operaciones de la Asociación Circuito Eco turístico Lomas de Lúcumo, liderada por Jacinto Mendoza y conformada por más de 50 guías turísticos locales.
Todos ellos han sido capacitados para guiar a los visitantes por una caminata hacia los cerros que dura en promedio dos horas. Desde el inicio del trekking ya se puede observar los aguiluchos que vuelan constantemente, las vizcachas o zorros grises que miran desde lejos o las diversas especies de picaflores, petirrojos, cernícalos y lechuzas, entre otros.
Una extensa alfombra verde de flores cubre las lomas de 500 metros de altura. A paso seguro y lentamente se abre un microclima especial y de una vista impresionante. Desde uno de los miradores naturales se observa toda la campiña del distrito de Pachacámac y la mirada alcanza hasta el mar con las olas que se deslizan suavemente en el horizonte.
Entre el ruido de las aves y las flores de amancaes que acompañan al turista, se encuentran también numerosas pinturas rupestres en cuevas protegidas por papayas y plantas de tabaco silvestre. Más adelante, en una de las explanadas de las lomas, se puede acampar como lo hacían un grupo de jóvenes, maravillados por el verdor que los rodea.
En otro lugar conocido como la zona de los farallones, otro grupo escalaba enormes piedras, asegurados por fuertes cuerdas y conducidos por expertos en este tipo de deporte. Existen formaciones rocosas para principiantes y avanzados y las prácticas están a cargo de operadores de turismo de aventura como Puenting Perú, Caminos Perú y Perú Bike.
Otra de las lomas sirve de impulso para los amantes del parapente. En este límpido firmamento, águilas y parapentistas planean suavemente, admirando todo el contorno del distrito ecológico. Luego de la larga caminata y de subir cuestas, el turista llega cansado y con ganas de un reparador almuerzo.
Ahí se abre otra opción gastronómica. Mas de un centenar de restaurantes campestres ofrecen los variados platillos como los tradicionales chicharrones instalados en lo largo de la carretera o de la culinaria criolla de restaurantes como la Casa de Don Cucho o la Gloria del Campo, entre otros restaurantes de alta cocina que han abierto sus locales en esta campiña abrigadora.
Ya de retorno, se puede visitar el Santuario Arqueológico de Pachacámac con sus 500 hectáreas de misteriosas pirámides, plazas y de enormes descubrimientos. El museo de sitio alberga la más grande colección de kipus que existe en el país, además de objetos de cerámica y textiles preincas. hallada en las excavaciones.
El circuito promovido por Promperú tiene la ventaja de tener los lugares de visita cerca de Lima y se puede gozar de la naturaleza, la gastronomía y conocer el pasado milenario del Perú sin recorrer grandes distancias.
Cómo llegar a Quebrada Verde
Utilizando un vehículo particular se puede tomar la Panamericana Sur y entrar por el desvío al Santuario de Pachacámac a la altura de la refinería de Conchán. Luego seguir por esa vía hasta el cruce de las Avenidas Paul Poblet y Panamericana Sur Antigua (cruce de Pachacámac) seguir por la avenida Poblet (también llamada Víctor Malásquez) hasta el pueblo de Pachacámac y continuar por la prolongación Paul Poblet hasta el puente de Quebrada Verde. Desde ahí seguir la señalización.
En transporte público debe tomar las líneas 16 y 18 de color blanco con líneas marrones que pasan por la Panamericana Sur; algunas entran hasta el pueblo de Pachacámac, otras se van a San Bartolo, si tomas estas líneas deberás bajarte en el cruce de Pachacámac (Av. Paul Poblet).
Luego debes tomar un taxi colectivo que llega hasta el ingreso de la Plaza de Armas de Pachacámac (Antigua Estación de Ferrocarril). En la Estación de Mototaxis encontrarás transporte hacia Quebrada Verde
El santuario
1.- Hay parqueo para automóviles y buses.
2.- En la tienda del museo se puede comprar réplicas del ídolo de Pachacámac, objetos artesanales, libros sobre el tema y recuerdos.
Fuente: Andina
A sólo cuarenta minutos de Lima se abre un interesante circuito turístico para este fin de semana largo. Este paseo empieza con una vistosa caminata hacia uno de los verdes bosques de las Lomas de Lúcumo, luego se puede almorzar en alguno de los numerosos y buenos restaurantes ubicados en el valle y por último visitar al siempre misterioso Santuario Arqueológico de Pachacámac.
Respirar aire puro, observar la verde campiña que se abre en este soleado lugar no es complicado. El visitante llega hasta el pintoresco poblado de Quebrada Verde a orillas del río Lurín, en movilidad propia o en vehículo de servicio público.
Las fachadas de las viviendas del poblado de tres mil habitantes, han sido pintadas con alegorías ecoturísticas y en uno de los inmuebles ubicados en la puerta de ingreso a las lomas, se ha instalado el centro de operaciones de la Asociación Circuito Eco turístico Lomas de Lúcumo, liderada por Jacinto Mendoza y conformada por más de 50 guías turísticos locales.
Todos ellos han sido capacitados para guiar a los visitantes por una caminata hacia los cerros que dura en promedio dos horas. Desde el inicio del trekking ya se puede observar los aguiluchos que vuelan constantemente, las vizcachas o zorros grises que miran desde lejos o las diversas especies de picaflores, petirrojos, cernícalos y lechuzas, entre otros.
Una extensa alfombra verde de flores cubre las lomas de 500 metros de altura. A paso seguro y lentamente se abre un microclima especial y de una vista impresionante. Desde uno de los miradores naturales se observa toda la campiña del distrito de Pachacámac y la mirada alcanza hasta el mar con las olas que se deslizan suavemente en el horizonte.
Entre el ruido de las aves y las flores de amancaes que acompañan al turista, se encuentran también numerosas pinturas rupestres en cuevas protegidas por papayas y plantas de tabaco silvestre. Más adelante, en una de las explanadas de las lomas, se puede acampar como lo hacían un grupo de jóvenes, maravillados por el verdor que los rodea.En otro lugar conocido como la zona de los farallones, otro grupo escalaba enormes piedras, asegurados por fuertes cuerdas y conducidos por expertos en este tipo de deporte. Existen formaciones rocosas para principiantes y avanzados y las prácticas están a cargo de operadores de turismo de aventura como Puenting Perú, Caminos Perú y Perú Bike.
Otra de las lomas sirve de impulso para los amantes del parapente. En este límpido firmamento, águilas y parapentistas planean suavemente, admirando todo el contorno del distrito ecológico. Luego de la larga caminata y de subir cuestas, el turista llega cansado y con ganas de un reparador almuerzo.
Ahí se abre otra opción gastronómica. Mas de un centenar de restaurantes campestres ofrecen los variados platillos como los tradicionales chicharrones instalados en lo largo de la carretera o de la culinaria criolla de restaurantes como la Casa de Don Cucho o la Gloria del Campo, entre otros restaurantes de alta cocina que han abierto sus locales en esta campiña abrigadora.
Ya de retorno, se puede visitar el Santuario Arqueológico de Pachacámac con sus 500 hectáreas de misteriosas pirámides, plazas y de enormes descubrimientos. El museo de sitio alberga la más grande colección de kipus que existe en el país, además de objetos de cerámica y textiles preincas. hallada en las excavaciones.
El circuito promovido por Promperú tiene la ventaja de tener los lugares de visita cerca de Lima y se puede gozar de la naturaleza, la gastronomía y conocer el pasado milenario del Perú sin recorrer grandes distancias.
Cómo llegar a Quebrada Verde
Utilizando un vehículo particular se puede tomar la Panamericana Sur y entrar por el desvío al Santuario de Pachacámac a la altura de la refinería de Conchán. Luego seguir por esa vía hasta el cruce de las Avenidas Paul Poblet y Panamericana Sur Antigua (cruce de Pachacámac) seguir por la avenida Poblet (también llamada Víctor Malásquez) hasta el pueblo de Pachacámac y continuar por la prolongación Paul Poblet hasta el puente de Quebrada Verde. Desde ahí seguir la señalización.
En transporte público debe tomar las líneas 16 y 18 de color blanco con líneas marrones que pasan por la Panamericana Sur; algunas entran hasta el pueblo de Pachacámac, otras se van a San Bartolo, si tomas estas líneas deberás bajarte en el cruce de Pachacámac (Av. Paul Poblet).
Luego debes tomar un taxi colectivo que llega hasta el ingreso de la Plaza de Armas de Pachacámac (Antigua Estación de Ferrocarril). En la Estación de Mototaxis encontrarás transporte hacia Quebrada Verde
El santuario
1.- Hay parqueo para automóviles y buses.
2.- En la tienda del museo se puede comprar réplicas del ídolo de Pachacámac, objetos artesanales, libros sobre el tema y recuerdos.
Fuente: Andina
- [message]
- Tienes un negocio o emprendimiento y quieres ser parte de la comunidad de Promueve Perú, Contáctenos al 992654217
